La semana pasada el PRI sudcaliforniano reaccionó y cuestionó el presupuesto de egresos de la federación que puede afectar a sectores importantes de Baja California Sur. Algo similar ya había hecho el PAN justamente para descalificar las pretensiones económicas que tiene para la entidad el cuestionado gobierno de de la “Cuarta Transformación” que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ya sería el colmo que el tricolor no fijara postura por lo menos en este tema que es de suma importancia y que como se ha reconocido, el presupuesto de egresos de la federación pretende recortar a los sudcalifornianos alrededor de dos mil 500 millones de pesos para al próximo año mismo que de ser aprobado impactará severamente a los sudcalifornianos.

El propio mandatario estatal Carlos Mendoza Davis ha hecho el señalamiento puntual de que esta medida del gobierno de López Obrador impactará de manera importante a los sectores agrícola, ganadero, pesquero y por supuesto a las personas más necesitadas de la media península.

Es claro al mismo tiempo que la representación del gobierno federal en la entidad que encabeza el superdelegado Víctor Castro Cosío, han tratado de minimizar esta situación que hará más difícil a los sudcalifornianos en general enfrentar la adversidad económica que está claro se presentará durante el próximo año.

Los funcionarios federales emanados de Morena están más preocupados por su disputa interna enfocada a obtener la nueva dirigencia estatal partidista que por plantear al gobierno de México lo desproporcionado y grave de la reducción que se pretende aplicar durante el 2020 al presupuesto federal destinado para la media península.

Por ello es de resaltar que el tricolor haya levantado la voz en contra de esta pésima medida económica federal.

Vale recordar a los priistas que cuentan con un diputado federal que es al mismo tiempo el dirigente nacional de la CROC Isaías González Cuevas y que ha guardado un sospechoso silencio en este tema en el que será fundamental la labor de los legisladores pues el presupuesto de egresos aún no está plenamente aprobado.

Tampoco han dicho gran cosa los legisladores federales del PT Alfredo Porras y Ana Ruth García Grande sobre este tema ante la evidente pretensión personal de figurar en las listas de candidatos del 2021.

Los morenistas y sus aliados están en la encrucijada de contraponerse a la propuesta fiscal de su jefe político López Obrador so pena de no ser considerados en el proceso electoral del 2021 aunque en ello haya evidentes afectaciones a los sectores productivos sudcalifornianos mientras que el legislador del tricolor, González Cuevas también parece sacarle la vuelta al tema, aunque al mismo tiempo ha dicho que insistirá otra vez en buscar la candidatura de su partido a la gubernatura.

Está claro que estos legisladores federales están más preocupados por su particular futuro político electoral que por hacer notar a las autoridades federales que el nuevo presupuesto es una verdadera afrenta a los sudcalifornianos.

Los panistas Rigoberto Mares y Lupita Saldaña desde la Cámara de Diputados y del Senado de la República, respectivamente, son los únicos que hasta ahora han cuestionado esta pretensión del gobierno federal de eliminar parte de esas participaciones a pesar de que la contribución a través de impuestos de los sudcalifornianos a las finanzas federales es considerable.

Obviamente se espera que también desde el Congreso del Estado, se fijen posiciones sobre esta situación pues a final de cuentas lo que debe prevalecer es el bienestar de la ciudadanía y resaltar la importancia de que los recursos federales se destinen de acuerdo a las necesidades de la comunidad.

Desgraciadamente parece que el tema electoral con miras al 2021 es más fuerte que esta pretensión de la Secretaría de Hacienda de reducir las aportaciones para la entidad.

Veremos hasta donde repercute esta situación y por supuesto cómo se comportan los legisladores federales.

Habrá que recordarles a estos representantes populares incluyendo a los priistas que primero es lo primero, ya que aunque esto parezca tan obvio, parecen perder de vista que en primer lugar debieran estar los intereses de los ciudadanos y no las anheladas candidaturas para un proceso electoral que se llevará a cabo prácticamente hasta dentro de dos años.

¿No le parece así amable lector?