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Hoy es miercoles, 1 de mayo de 2024

'Cultura me encantaría': Javier Lozano

• Al expanista, quien fue elegido presidente de la Comisión de Cultura del Senado, le gustaría ser secretario del ramo

'Cultura me encantaría': Javier Lozano

CIUDAD DE MÉXICO.- “Algo podremos hacer todavía”, dice Javier Lozano. Recién elegido presidente de la Comisión de Cultura del Senado de la República, el expanista piensa que la Ley General de Cultura y Derechos Culturales (aprobada en abril del año pasado) es una ley ambigua con la que “quisieron salir del paso”. A menos de nueve meses de que concluya la actual Legislatura, afirma que aún habrá tiempo para revisar la ley e intentar modificarla.

 

Nuevamente en simpatía con el PRI, partido que lo vio nacer como político y a cuya “generosidad” debe su llegada a la Comisión de Cultura, Lozano sigue siendo crítico con el peñismo que creó la Secretaría de Cultura e inmediatamente después le redujo más del 30% de su presupuesto, pero ahora sus intereses también están puestos en la candidatura de José Antonio Meade, en cuyo gobierno, dice, de ganar la Presidencia, le “encantaría” ocupar la oficina de Arenal 40.

 

“Es muy temprano para hablar de posiciones en el gabinete, pero a mí, al margen de este proceso electoral, pues por supuesto que es un área que me encantaría ocupar y que me encantaría desarrollar. Ya lo hago ahora en el Legislativo y me da mucho gusto. Me encantaría. Me chocan esos que les preguntas: ‘Oiga, tiene usted aspiraciones, (y dicen) no’. A mí me chocan esos, me encantaría, pero no sé que vaya pasar”, afirma.

 

Lozano se asume como un hombre que conoce el gremio y el sector cultural: a María Cristina García Cepeda, actual secretaria de Cultura y a su gente, dice que los conoce desde “hace 25 años por lo menos”. Apenas fue designado en la presidencia de la comisión, acudió a ver a la funcionaria con quien definió los temas que trabajará desde el Senado: además de la Ley General de Cultura, modificaciones a la Ley Federal de Cinematografía, relacionadas con la exhibición del 10% de la programación de salas comerciales, de películas mexicanas.

 

También, explica, modificaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, a partir de un anteproyecto que enviará al Senado la misma Secretaría de Cultura, “que no sé si nos de tiempo de acabarlo, pero por lo menos, dejar un buen proyecto de dictamen para la próxima Legislatura”; revisiones y modificaciones a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro y trabajar junto con la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados en la protección de los recursos necesarios para la reconstrucción de los más de mil 800 monumentos históricos afectados con los sismos de septiembre pasado.

 

GENEROSIDAD

 

A Javier Lozano siempre se le ha señalado como un político que salta de un bando a otro: en 2014 se le acusó, siendo aún panista, de aliarse con el PRI y el Partido Verde para aprobar la ley secundaria en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. Antes, en 2005, Lozano renunció al PRI para sumarse a la campaña de Felipe Calderón y se afilió al blanquiazul en 2007. Diez años después, el senador poblano volvió a cambiar de bando: en noviembre del año pasado dejó la Comisión de Cultura del PAN y en enero pasado anunció que dejaría de ser militante de ese partido para apoyar la candidatura de Meade.

 

En el tricolor, dice, encontró la generosidad que le negó el PAN y eso le llevó a la Comisión de Cultura. En enero de 2017, Lozano pidió licencia como senador para sumarse al recién entrado gobierno de Tony Gali en Puebla: “El grupo parlamentario del PAN no fue generoso conmigo cuando yo regresé, pedí que pudiera yo volver a tomar la presidencia de la Comisión de Comunicaciones y a pesar de que estaba vacante no me la dieron”. El agravio y sus diferencias con Ricardo Anaya lo llevaron a renunciar al PAN y a quedarse sin las comisiones en las que venía participando.

 

“Generosamente esta comisión (la de Cultura), que estaba en manos del PRI, primero con Blanca Alcalá y después con Gerardo Sánchez, su grupo parlamentario, dada mi cercanía, sin ser yo priista ni mucho menos, pero dada mi cercanía con el proyecto de José Antonio Meade, ellos con mucha generosidad y sabedores de mi gusto y mi conocimiento en la materia me ofrecen apoyarme para ser presidente de la Comisión de Cultura, cosa que acepto de mil amores”, dice.

 

En uno u otro lado, Lozano afirma que no comulga con la idea de dejar de ser crítico sólo por mostrar lealtad a sus superiores. Si bien piensa que fue un acierto crear la Secretaría de Cultura en este sexenio, también cree que hubo una contradicción a la hora de asignarle presupuesto: “Me parece increíble que por un lado tengamos una nueva secretaría y por otro lado le quiten de un plumazo más del 30% del presupuesto y que no haya quien lo defienda porque, pon tú, que te lo quiten, pero por lo menos lo peleas”.

 

El senador no menciona el nombre de García Cepeda pero la sugerencia es inmediata: “creo que a veces se confunde la institucionalidad y la lealtad con tu superior jerárquico con la falta de un mejor posicionamiento para defender al sector y se defiende consiguiéndole más recursos”. Entonces aprovecha nuevamente para hablar a favor de Meade y dice que éste propone 1.5% del PIB para ciencia y tecnología, “yo pensaría en algo similar para cultura”.

 

LEY ACOTADA

 

“No tienes madre”, le dijo Javier Lozano al panista Santiago Taboada, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, cuando éste le hablo el mismo día que llevaba la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, al Senado para ser votada por la noche. El senador dice que la ley se aprobó sin discusión y al PAN no le importó, “no les importó porque tampoco lo entienden, no está en su agenda de prioridades”.

 

El problema con la ley “es la eficacia, puedes tener buenas intenciones pero no llevarlas a cabo, es lo mismo lo que nos pasa con la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro que el propósito es buenísimo, del precio único, pero cuál va a ser la autoridad encargada de vigilar que se cumpla. Si no tienes eso es como si la norma no existiera, son normas imperfectas que contienen deberes pero carecen de sanción y eso no le sirve a México, por eso sí se tiene que hacer una revisión más amplia de esta Ley”, concluye.