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Hoy es lunes, 6 de mayo de 2024

Les acotaron las palabras en acto literario en el Palacio Bellas Artes

Ayer personal del recinto presionó la conclusión de la presentación de un libro conmemorativo a pesar de que el evento continuaba CIUDAD DE MÉXICO. El poeta mexicano David Huerta alzó la voz ayer durante la pre

Les acotaron las palabras en acto literario en el Palacio Bellas Artes

  • Ayer personal del recinto presionó la conclusión de la presentación de un libro conmemorativo a pesar de que el evento continuaba
CIUDAD DE MÉXICO.

El poeta mexicano David Huerta alzó la voz ayer durante la presentación del libro De marras, de Gerardo Deniz (1934-2014), efectuada en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde hizo un llamado a Rafael Tovar y de Teresa para que los actos culturales dentro del Palacio de Bellas Artes no estén acotados a un tiempo limitado, luego de que el personal del Palacio de Mármol presionara la conclusión del evento a pesar de que el evento continuaba su curso.

“Me parece muy mezquino por parte de la Secretaría de Cultura. ¡No puede ser! El secretario de Cultura, Rafael Tovar, es un hombre con una educación exquisita y unos modales impecables, pero eso debería reflejarse aquí, los buenos modos y las maneras correctas de tratar a nuestros grandes autores vivos, agonizantes o muertos”, dijo el poeta a Excélsior momentos después de que el público fuera desalojado de la sala. “Está muy mal esto que pasó, no es la primera vez que ocurre en las últimas semanas. ¡Es una pena! Ojalá Rafael Tovar corrija esta situación y que lo haga con toda claridad y eficiencia para que los actos culturales sean como han sido siempre: con el suficiente tiempo y no se conduzcan con esta mezquindad y tacañerías con el tiempo”. En la presentación participaron los escritores, ensayistas y editores Óscar de Pablo, José María Espinasa, Pablo Mora, David Huerta y Fernando Fernández, quienes suprimieron páginas de sus textos para acotar su participación. Sin embargo, cuando llegó el turno de Huerta faltaban cinco minutos y se negó a leer el texto que había preparado. “Lo publicaré en la Revista de la Universidad, pero no se vale que los presentadores deban recortar sus textos para que alcance el tiempo… es completamente injusto y muy incorrecto”, concluyó. Al respecto se consultó a Roberto Perea, director de difusión y relaciones públicas del INBA, quien se disculpó por la situación y argumentó: “Fue un problema de comunicación interna con la gente al frente de este evento, pero estaremos vigilantes en el futuro de que esto no se vuelva a repetir (sic), porque el INBA siempre ha respetado el trabajo de los creadores”. Narrador paródico Durante la presentación, el poeta Óscar de Pablo destacó que uno de los rasgos más distintivos de la lectura deniziana del mundo es la capacidad de hacer florecer las pifias de la cultura humana. “Y después de sumergirme en De marras reencontrando textos queridos y descubriendo nuevos favoritos, me di cuenta de que apenas hay una página de este hermoso tomo donde la mirada del autor no haga brotar flores de deleite de algún error de hecho o de traducción, como el alemán de Julio Torri, los plagios de Alfonso Reyes y la gazmoñería de Freud”, entre otros. Por su parte, José María Espinasa se refirió al libro Alebrijes, de Deniz, seudónimo literario de Juan Almela, cuyo título le hizo preguntarse si esta alusión era una crítica a estos iconos del arte popular. “pues se trata de una artesanía que me parece horrible, con todos los defectos de la mexican curious, sin virtud, entonces (pensaba) cómo un poeta tan consciente del bochorno que produce eligió ese título para sus relatos”. Pero fue hasta 2004, tras leer Carnesponendas, cuando comprendió que no se trataba de una alusión paródica, recurso utilizado por Deniz constantemente en su escritura y en su vida. “Pero la lectura me convenció que era en serio y que además estaba bien puesto el título”. ¿Qué buscaba Deniz? “En realidad —dijo Espinasa— no buscaba escribir cuentos a la manera de los clásicos, como Maupassant o  Quiroga, sino relatos a la manera de los moralistas del siglo XVIII o fabulistas como Esopo”.