Los artistas señalan que los gastos que realizan en los foros minan sus ingresos; la Dirección de Cultura del municipio defiende los ajuste

GUADALAJARA, JALISCO.- A los responsables de un espectáculo que se presenten en un foro del municipio de Guadalajara se les cobra un impuesto sobre su boletaje. Toros, 4 %; peleas de gallos, 10 %; conciertos y tocadas, 7 %; teatro y circo, 4 %. No parece mucho, pero los teatreros independientes de la ciudad tienen mucho que decir sobre los cobros que rondan al 4 %. Sobre todo, denuncian los gastos de operación de los foros teatrales de la ciudad, que minan a tal grado los ingresos de los artistas que, según algunos de ellos, llegan a representarles pérdidas. La Dirección de Cultura del municipio admite que los gastos de operación existen y, mientras pide entendimiento al argumentar que se tratan de requerimientos ineludibles, también asegura que ha hecho ajustes para beneficiar a los artistas y al público. Los gastos de operación son las horas extra de los empleados de los teatros: este personal trabaja entre semana y por las mañanas, pero la mayoría de las funciones son en fines de semana y por las noches. Según algunos grupos, deben pagar hasta los taxis de técnicos, taquilleros o personal de seguridad. “¿Por qué tengo que pagar horas extra si el foro tiene personal? Es absurdo”, plantean artistas como el director Alejandro León, del Colectivo Transeúnte, que en abril presentó el espectáculo Tom en la granja en el Foro Larva. “El público va y paga boleto, pero no está pagándole al artista: el teatro es el que gana”, acota Claudia Anguiano, actriz y directora, que en el mismo espacio tuvo temporada de La Fábrica, a finales de mayo. ¿Por qué presentarse en foros que afectarán los ingresos? Claudia Anguiano acota que se trata de espacios que atraen público con mayor facilidad y garantizan mejores condiciones técnicas: “Tiene que haber incentivos para utilizarlos, para que haya opciones para el público y los artistas. Lo justo sería que nadie saliera perdiendo”. El dramaturgo y actor Teófilo Guerrero, quien desde mayo pasado comenzó a recolectar las firmas para formalizar el padrón de tasa cero, que busca que se les exima de este impuesto, va más allá: afirma que los teatreros locales buscarán dialogar con el Ayuntamiento de Guadalajara para discutir estos temas en conjunto, pues ponen de relieve la falta una política pública para el sector. “Hay convocatorias para que participemos en actividades como el festival ‘Sucede’ y eso permite que el teatro se vea en más lugares, pero no es verdad que el Gobierno considere al teatro como una forma de crear comunidad, según el discurso de ahora: nos ven como un negocio, igual que a quienes hacen teatro de tipo comercial, porque nos aplican los mismos criterios”. El efecto es mayor, según Guerrero: al plantear las reglas del juego en el “mercado” del teatro local, los teatros oficiales establecen el modelo de producción: los artistas deben ajustarse a un modelo económico que los obliga a hacer sólo ciertos tipos de producciones. Cambios “Hemos tratado de reducir los gastos de operación; aumentar el aforo es una forma de intentarlo”, explica Susana Chávez, directora de Cultura, que recién presentó la iniciativa para modificar la Ley de Ingresos para que su oficina sea la responsable de elaborar un padrón de espectáculos exentos del impuesto municipal, pero también para que el aforo máximo aceptable para los exentos sean 340 personas, y no las 180 marcadas actualmente. Aunque aceptan que los gastos de operación son un tema que debe resolver la Dirección de Cultura, la directora y la encargada de administrar los dos teatros municipales, Lourdes González, subrayan que se trata de erogaciones ineludibles, y que los artistas deben considerarlas al preparar sus producciones. Lourdes González hace énfasis en ese tema: “Los gastos de operación existen en cualquier foro de este país y, lamentablemente, en las instituciones no hemos encontrado el modo de reglamentar distinto, pero todo el conjunto: desde qué se entiende por cultura hasta sus procesos de producción, circulación y consumo. En esa medida, me parece que también los grupos deberían considerar que no cualquier foro es para todos: no es lo mismo entrar a uno 200 personas que a uno de mil personas”. González y Chávez defienden los ajustes de personal hechos a los dos teatros del municipio: el Foro Larva y el Teatro Jaime Torres Bodet. El Larva pasó de tener una secretaria y un técnico a contar también con un operador y un técnico especializado; el Torres Bodet hoy tiene una administradora, una jefa de operaciones y programación, dos técnicos especializados y un técnico de apoyo por las tardes.

“Ningún foro de esta ciudad tiene boleteros o taquilleros de planta, salvo personal sindicalizado en algunos. Todos los gastos de un foro se tienen que contratar aparte. En el Torres Bodet hemos intentado otro esquema que es novedoso en la ciudad: ninguna otra dirección tiene técnicos en teatro que no están afiliados al sindicato y tienen horarios variables que benefician al grupo artístico y al inmueble, y no a las horas que deben cumplir como burócratas”.

Otro tema a considerar, señalan las funcionarias, es que si un teatro presenta espectáculos cinco o seis días por semana, rebasará las 40 horas semanales de un empleado: “Allí se generan horas extra que, como a cualquier personal, merecen que les paguen”. LA FRASE

“Hacer contratos de honorarios que nos permitan tener personal que trabaje en horarios distintos, pero esto implica dinero del presupuesto del Ayuntamiento y una gestión que, en un gobierno que pugna por la austeridad, ha sido difícil. Tratamos que haya más personas, pero debemos buscar el modelo”.

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