La Paz, Baja California Sur.- Por décimo año consecutivo, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) enfrenta una disminución presupuestal del 3% en términos reales, una tendencia que, acumulada durante la última década, representa una pérdida cercana al 40%, informó el rector Dante Arturo Salgado González.

El académico explicó que este recorte no es un caso aislado, sino parte de una problemática nacional. De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la educación superior pública en México ha perdido más de 50 mil millones de pesos en presupuesto durante los últimos diez años.

Salgado González subrayó que, pese a este escenario adverso, la UABCS ha logrado crecer gracias al respaldo del Gobierno del Estado. “Si el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío no se hubiera comprometido con la universidad, hoy no estaríamos hablando de la apertura de tres nuevas extensiones ni del incremento de más del 25% en la matrícula. Son muy buenas noticias para Baja California Sur”, señaló.

Sin embargo, advirtió que en el resto del país la situación es crítica. Alrededor de diez universidades públicas del mismo subsistema se encuentran en quiebra técnica, lo que significa que apenas alcanza el recurso para cubrir nóminas —y en algunos casos ni siquiera eso—, mientras que el gasto operativo para brindar servicios educativos a las y los jóvenes se reduce cada vez más.

El rector aclaró que la responsabilidad de esta situación no recae en los gobiernos estatales ni en el Congreso de la Unión, sino en la planeación presupuestal federal. “Hemos hecho gestiones con respeto y cuidado. El secretario de ANUIES ha sostenido reuniones con funcionarios de Hacienda, porque es ahí donde se diseña el presupuesto y donde debemos insistir”, explicó.

En ese contexto, Salgado González sostuvo que, si México aspira a competir a nivel global y a que el Plan México anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum transforme verdaderamente al país, es indispensable invertir en ciencia básica, tecnología e innovación, como lo hicieron otras naciones hace décadas.

Finalmente, reconoció que persiste una percepción negativa sobre la gestión de recursos en algunas universidades públicas, pero fue enfático: “Que se sancione a quienes hayan administrado mal, pero no a las y los jóvenes. Limitar el presupuesto a la educación superior pública es limitar el futuro del país y condenarlo a no dar el salto cualitativo que tanto necesitamos”.