• Gracias a su base de datos biométricos, el instituto ha logrado una efectividad de 54% en la identificación de personas ausentes vivas y de 34% en cuerpos en semefos
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Estado de México. - Sin haber
sido diseñado para tareas forenses, el Instituto Nacional Electoral (INE) se ha
consolidado como la herramienta más eficaz del Estado mexicano ante la crisis
de más de 120 mil desaparecidos.
A través de su base de datos
biométricos, la más robusta del país al tener 101 millones de registros, el
instituto ha logrado una efectividad de 54.5% en la localización de personas
vivas y de 34% en la identificación de cadáveres.
Así, mientras fiscalías y
servicios forenses arrastran rezagos históricos, como falta de personal
especializado y limitaciones presupuestales, el INE se ha convertido en la
columna vertebral de la identificación humana en el país.
Desde 2016, el árbitro
electoral ha firmado 41 convenios con fiscalías, comisiones de búsqueda y
servicios forenses para realizar confrontas biométricas mediante los sistemas
AFIS (Automated Fingerprint Identification System) y ABIS (Automated Biometric
Identification System).
Ha atendido 98 mil 703
solicitudes de identificación de personas fallecidas, de las cuales 34 mil 612
arrojaron al menos un registro útil y 19 mil 869 fueron confirmadas por peritos
como identificaciones positivas.
En materia de localización de
personas vivas, el volumen es aún mayor: 441 mil 522 solicitudes, con una
efectividad superior a 50 por ciento.
El ine, una
herramienta eficaz
Con 54% de identificación de
personas vivas y 34% de cadáveres, el Padrón Electoral del INE se ha convertido
en la herramienta más efectiva del Estado mexicano en el contexto de los más de
120 mil desaparecidos que reconoce el gobierno mexicano.
Desde 2016, el INE ha firmado
41 convenios con fiscalías, comisiones de búsqueda y servicios forenses para
realizar confrontas biométricas mediante los sistemas AFIS y ABIS.
Gracias a ello, ha atendido 98
mil 703 solicitudes de identificación de personas fallecidas, de las cuales 34
mil 612 arrojaron al menos un registro útil y 19 mil 869 fueron confirmadas por
peritos como identificaciones positivas.
En materia de localización de
personas vivas, el volumen es aún mayor: 441 mil 522 solicitudes, con una
efectividad de 54.53 por ciento.
El contraste es inevitable:
mientras fiscalías y servicios forenses arrastran rezagos históricos, el INE
—una institución no diseñada para tareas forenses— se ha convertido en la
columna vertebral de la identificación humana en México.
Su efectividad en la
localización de personas vivas supera el 50%, y su capacidad para identificar
restos mediante huellas dactilares es la más alta del país (34 por ciento).
En México, donde más de 120
mil personas permanecen desaparecidas o no localizadas, una institución creada
para organizar elecciones se ha convertido, silenciosamente, en la herramienta
más eficaz para identificarlas.
El informe presentado el 20 de
noviembre pasado revela una realidad contundente: ninguna otra institución del
Estado mexicano tiene la capacidad técnica, la cobertura nacional ni la tasa de
efectividad del INE.
No es un rol previsto en su
diseño original, pero sí una respuesta institucional ante la crisis humanitaria
más grave del país.
La consejera Carla Humphrey
dijo que “hemos puesto a disposición la base biométrica más robusta del país.
Más de 98 mil solicitudes de identificación atendidas con más de 34 mil
respuestas positivas. Más de 441 mil solicitudes de localización con una efectividad
superior al 54 por ciento”.
El INE no sólo posee la base
biométrica más grande del país —con más de 101 millones de registros con 10
huellas dactilares y 99.92% de cobertura de CURP—, sino que, además, opera bajo
protocolos estrictos de protección de datos personales. Su capacidad técnica
supera, por mucho, la de los servicios forenses estatales, que enfrentan
rezagos, falta de personal especializado y limitaciones presupuestales.
Sin embargo, el informe
también revela un obstáculo estructural: 30 convenios siguen pendientes de
firma.
Sin ellos, las fiscalías y
comisiones de búsqueda de esos estados no pueden acceder legalmente a la base
biométrica del INE.
Humphrey fue directa al decir
que “estos números podrían ser aún mayores, pero actualmente existen 30
convenios pendientes de firma. Es prioritario agilizar su firma, ya que
representa la incorporación de nuevas entidades a esta red de colaboración”.
La consejera Dania Ravel
aportó la dimensión humana del esfuerzo institucional: “La desaparición de una
persona no solamente afecta a una familia, es una herida social profunda. El
INE ha decidido convertir la confianza ciudadana en apoyo, en una herramienta
concreta para ayudar a quienes buscan a un ser querido”.
La consejera Ravel subrayó que
el INE, conocido por garantizar elecciones, también resguarda un acervo de
información que hoy salva vidas: “Hasta noviembre de 2025 el INE ha atendido
más de 98 mil solicitudes de identificación biométrica… Esto significa que
miles de familias han recibido una respuesta”.
El trabajo final queda en las
fiscalías, pero el proceso no termina en el INE.
Aunque el Instituto entrega
coincidencias biométricas, la confirmación final depende de las fiscalías.
De las casi 20 mil
identificaciones confirmadas por peritos, sólo 438 han derivado en la
recuperación de un acta o certificado de defunción.
El resto se pierde en los
laberintos institucionales.
Aun así, el INE insiste en
seguir colaborando. Ravel lo resumió al decir que “la democracia no es
únicamente el acto de votar, la democracia también es garantizar derechos”.
En un país marcado por la
ausencia, el Padrón Electoral —esa base de datos construida para votar— se ha
convertido en la herramienta más eficaz para encontrar a quienes faltan.
Una función inesperada, pero
hoy indispensable.
Acciones y retos
-Desde 2016, el INE ha firmado
41 convenios con fiscalías, comisiones de búsqueda y servicios forenses para
realizar confrontas biométricas.
-Su éxito radica en poseer la
base biométrica más grande del país, con más de 101 millones de registros.
-La falta de firma de 30
convenios estatales impide que más fiscalías accedan a esta tecnología.
-En las fiscalías, de 20 mil
identificaciones, menos de 500 han terminado en la entrega legal de
documentos a las familias