• Asegura que la reforma plantea frenar la venta y mercantilización del líquido, y que sea el Estado el que mantenga el control sobre su manejo.
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Estado de México. - La presidenta Claudia
Sheinbaum afirmó este miércoles durante su conferencia matutina que la
iniciativa de la Ley de Aguas Nacionales busca garantizar una distribución más
justa del recurso, así como eliminar privilegios y frenar el acaparamiento de
concesiones, de acuerdo con un reporte publicado por Quadratín México.
“Se plantea que se ordenen
todas las concesiones, cuando llegamos al gobierno hicimos un acuerdo para que
el líquido que no lo usen, que se lo regresen a la Comisión Nacional y se pueda
usar en donde más se necesite”, detalló Sheinbaum.
Asimismo, añadió que la
modificación de la reforma plantea frenar la venta y mercantilización del agua
y que sea el Estado quien mantenga el control sobre su manejo.
“El agua se puede concesionar
desde la Conagua, pero la visión del periodo neoliberal es que se puede
mercantilizar, lo que generó una sobreexplotación de todos los cuerpos de agua
y acuíferos en el país”, subrayó.
Sheinbaum sostuvo que la
iniciativa de la Ley de Aguas pretende apoyar a los productores del campo “para
que pueda ser más eficiente el consumo de agua”, aunque ante esto también
advirtió que existe resistencia por parte de algunos concesionarios.
“Muchos no la quieren regresar
y hay quienes incluso la venden en los municipios”.
La mandataria también recordó
que desde 1992 prevalece la idea de que el agua pueda tratarse como una
mercancía, pero enfatizó que la Constitución establece que el recurso es
propiedad de la nación.
“En 1992 la visión era que el
agua, como otras cosas, es una mercancía con un mercado, nada más que la
constitución dice que el líquido vital es propiedad de la nación, como el
petróleo”, concluyó Sheinbaum.