• Solicitaron a autoridades federales el apoyo a través de incentivos fiscales que mitiguen el impacto a las pequeñas y medianas empresas.
San José del Cabo, Baja
California Sur. Recientemente fue aprobado el Paquete Fiscal de México para
2026 por los poderes legislativos. Este paquete se caracteriza por el
imponer el impuesto sobre la renta para algunos productos o servicios que
anteriormente no contaban con este requisito o en su caso se aumentaron.
Por mencionar algunas
modificaciones: personas morales que realicen ventas en línea y a través de
plataformas digitales, así como por el aumento al impuesto sobre bebidas
azucaradas, tabaco, videojuegos, apuestas e incluso por el incremento en el
costo de acceso a museos y zonas arqueológicas.
De acuerdo con las
estimaciones de analistas, el gobierno federal podría tener una recaudación
adicional superior a los 300 mil millones de pesos por concepto de impuestos en
2026 gracias a dicha reforma.
Representantes de la sociedad
civil organizada, sector privado y productivo, así como representantes de
partidos políticos de oposición han manifestado su preocupación respecto a
la posible aplicación de dichos ingresos.
Una de las críticas más
fuertes, es que una parte significativa del presupuesto se destinará al pago de
la deuda contraída en años anteriores, resaltando que se está gastando más en
servicio de deuda que en inversión productiva o servicios esenciales como la
salud, educación o infraestructura.
“Estamos observando que, en
lugar de destinar estos recursos a una inversión directa para abordar la crisis
en el sector agrícola, particularmente en el tema del maíz, así como para la
infraestructura vial a nivel nacional que se encuentra deteriorada, se pretende
utilizar una parte de estos recursos para financiar otras situaciones, en lugar
de enfocarse en las áreas que requieren atención prioritaria”, declaró Héctor
Segovia, presidente de COPARMEX Los Cabos.
Segovia lamentó que el
incremento de impuestos podría tener un impacto negativo en la economía en su
conjunto, pues como empresarios podrían ver un incremento en costos de
producción, pero la afectación más grande será para el consumidor.
La Confederación a nivel
nacional solicitó al gobierno apoyo con incentivos fiscales que mitiguen el
impacto negativo de este paquete, el cual entrará en vigor a partir del 1 de
enero de 2026, adicional a las proyecciones que se tienen en caso de que otras
reformas sean aprobadas, como la reducción de la jornada laboral o el aumento
de aguinaldos a 30 días.
“Estamos impulsando
activamente esta iniciativa. Hemos sostenido reuniones con diversas fracciones
de partidos políticos con el objetivo de generar una sinergia. Si bien es
cierto que se contemplan reformas en el ámbito laboral, como el incremento del
aguinaldo y la ampliación de los días de paternidad, también consideramos
fundamental que se otorguen atribuciones en el ámbito fiscal para evitar que
este paquete represente una carga excesiva para las empresas”, concluyó.