• La Organización Mundial de la Salud y la ONU publicaron un informe que revela que casi una de cada tres mujeres ha sufrido violencia de pareja o sexual a lo largo de su vida
Fotogalería
·
La Organización Mundial de la Salud y la ONU
publicaron un informe que revela que casi una de cada tres mujeres ha sufrido
violencia de pareja o sexual a lo largo de su vida
Agencia
Estado de México. - La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios
de la ONU han
publicado un informe que revela que casi una de cada tres mujeres
-aproximadamente 840 millones en todo el mundo- ha sufrido violencia
de pareja o sexual a lo largo de su vida, una cifra que apenas ha
variado desde el año 2000.
"La violencia contra las
mujeres es una de las injusticias más antiguas y generalizadas de la humanidad,
y, sin embargo, una de las menos combatidas", indicó el director general
de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus,
Según el documento, en los
últimos 12 meses, 316 millones de mujeres -el 11 por ciento de las mayores de
15 años- fueron víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja.
El progreso en la reducción de la violencia de pareja ha sido dolorosamente
lento, con un descenso anual de apenas el 0.2 por ciento en las últimas dos
décadas.
Por primera vez, el informe
incluye estimaciones nacionales y regionales de violencia sexual perpetrada por
alguien que no es la pareja. Revela que 263 millones de mujeres han sufrido
violencia sexual por parte de personas ajenas a su pareja desde los 15 años,
una cifra que, según los expertos, está significativamente subestimada debido
al estigma y al miedo.
En el caso de España, el 18.5
por ciento de las mujeres de 15 a 49 años ha sido víctima de violencia física
y/o sexual por parte de su pareja alguna vez en la vida, mientras que el 2.4
por ciento la ha sufrido en el último año. En cuanto a la violencia sexual
ejercida por personas ajenas a la pareja, el 6.7 por ciento de las mujeres de
15 a 49 años en España la ha padecido alguna vez en su vida y el 1.4 por ciento
en el último año.
"Ninguna sociedad puede
considerarse justa, segura o saludable mientras la mitad de su población viva
con miedo. Acabar con esta violencia no es solo una cuestión de políticas; es
una cuestión de dignidad, igualdad y derechos humanos. Detrás de cada
estadística hay una mujer o una niña cuya vida ha cambiado para siempre.
Empoderar a las mujeres y las niñas no es opcional, es un requisito
indispensable para la paz, el desarrollo y la salud. Un mundo más seguro para
las mujeres es un mundo mejor para todos", añadió Tedros.
Recortes de
financiación en medio de necesidades crecientes
El nuevo informe, publicado
con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer y la Niña, que se conmemora el 25 de noviembre, representa el estudio más
exhaustivo sobre la prevalencia de estas dos formas de violencia contra la
mujer. Actualiza las estimaciones de 2018, publicadas en 2021. Analiza datos de
168 países entre 2000 y 2023, revelando una situación crítica: una crisis
profundamente desatendida y una respuesta con una financiación insuficiente.
"Poner fin a la violencia
contra las mujeres y las niñas requiere valentía, compromiso y acción
colectiva. Promover la igualdad de género es la clave para construir un mundo
más igualitario y seguro para todas las personas, donde cada mujer y cada niña
pueda vivir una vida libre de violencia", puntualizó la directora
ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.
A pesar de la creciente
evidencia sobre estrategias eficaces para prevenir la violencia contra las
mujeres, el informe advierte de que la financiación para estas iniciativas está
disminuyendo drásticamente, justo cuando las emergencias humanitarias, los cambios
tecnológicos y el aumento de la desigualdad socioeconómica incrementan aún más
los riesgos para millones de mujeres y niñas. Por ejemplo, en 2022, solo el 0.2
por ciento de la ayuda mundial al desarrollo se destinó a programas centrados
en la prevención de la violencia contra las mujeres, y la financiación ha
disminuido aún más en 2025.
Riesgos
generalizados y de por vida
Los expertos indican que las
mujeres víctimas de violencia se enfrentan a embarazos no deseados, un mayor
riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y depresión. Así, aseguran
que los servicios de salud sexual y reproductiva son un punto de acceso
fundamental para que las sobrevivientes reciban la atención de calidad que
necesitan.
El informe subraya la realidad
de que la violencia contra las mujeres comienza a una edad temprana y los
riesgos persisten a lo largo de la vida. Por ejemplo, tan solo en los últimos
12 meses, 12.5 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, es decir, el 16
por ciento, han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.
Si bien la violencia se
produce en todos los países, las mujeres que viven en países menos
desarrollados, zonas afectadas por conflictos y entornos vulnerables al cambio
climático se ven afectadas de manera desproporcionada. Por ejemplo, Oceanía
(excluidas Australia y Nueva Zelanda) registra una prevalencia del 38 por
ciento de violencia de pareja en el último año, más del triple del promedio
mundial del 11 por ciento.
Un llamado a la
acción y a la rendición de cuentas
La OMS subraya que cada vez
más países recopilan datos para fundamentar sus políticas; sin embargo, la
menta que "aún persisten importantes lagunas", especialmente en lo
que respecta a la violencia sexual fuera de la pareja, a grupos marginados como
las mujeres indígenas, las migrantes y las mujeres con discapacidad, así como a
datos procedentes de contextos frágiles y humanitarios.
En este punto, celebra que se
han logrado avances en los países donde existe un compromiso político para
ello. Por ejemplo, Camboya está implementando un proyecto nacional que
actualizará la legislación sobre violencia doméstica, mejorará la prestación, la
calidad y el acceso a los servicios, renovará los albergues y aprovechará las
soluciones digitales en las escuelas y las comunidades para promover la
prevención, especialmente entre los adolescentes.
Asimismo, Ecuador, Liberia,
Trinidad y Tobago y Uganda han elaborado planes de acción nacionales con
presupuestos detallados.
"Las acciones
legislativas y de incidencia política en estos países han contribuido a la
obtención de financiación interna para este tema, lo que demuestra un mayor
compromiso político en un momento de reducción de los presupuestos de
ayuda", afirma la OMS.
Para acelerar el progreso
mundial y lograr un cambio significativo en la vida de las mujeres y niñas
afectadas, el informe pide una acción gubernamental decisiva y financiación
para ampliar los programas de prevención basados en la evidencia fortalecer los
servicios de salud, legales y sociales centrados en el sobreviviente; invertir
en sistemas de datos para monitorear el progreso y llegar a los grupos más
vulnerables, y aplicar las leyes y políticas que empoderan a las mujeres y las
niñas.