• Pese a las manifestaciones ciudadanas y advertencias de violación constitucional, Morena, PT y sus aliados aprobaron la reforma a la Ley de Desarrollo Urbano que entrega al Ejecutivo estatal el control sobre la planeación territorial.
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La Paz, Baja California Sur.-
En medio del reclamo ciudadano, el Congreso del Estado de Baja California Sur (BCS)
aprobó este martes —con el voto mayoritario de Morena, PT y aliados— la
iniciativa del gobernador Víctor Castro Cosío que le otorga al Ejecutivo
estatal la facultad de emitir declaratorias para cambiar el uso de suelo, bajo
el argumento de impulsar la llamada “vivienda del bienestar”.
La sesión ordinaria de este
martes tuvo que entrar en receso luego de que manifestantes irrumpieran en el
recinto legislativo exigiendo que el punto fuera retirado del orden del día, al
considerar que la iniciativa no fue socializada ni discutida con los sectores
involucrados.
“Planeación urbana con la
gente, no a espaldas del pueblo”, se leía en las pancartas que portaban vecinas
y activistas, quienes acusaron un intento por concentrar en el gobernador
atribuciones que constitucionalmente corresponden a los ayuntamientos.
“Se está violando el artículo
115 constitucional y la Ley General de Asentamientos Humanos, al darle al
gobernador las facultades de planeación que corresponden a los municipios”,
señaló Mariana Orozco, integrante de la organización Contener La Paz.
“No se necesitan crear
polígonos del bienestar, lo que se necesita es cumplir la ley y respetar los
procesos de participación ciudadana”, añadió.
De acuerdo con Orozco, los
llamados “polígonos prioritarios” podrían permitir el cambio discrecional del
uso de suelo para fines industriales o turísticos, abriendo la puerta a la
especulación y a proyectos alejados de los servicios básicos.
“El gobierno habla de vivienda social,
pero hay terrenos intraurbanos abandonados esperando ser aprovechados. No se
puede seguir construyendo en zonas sin agua, sin transporte y sin planeación”,
denunció.
Las organizaciones aseguran
haber enviado oficios desde agosto solicitando reuniones y audiencias públicas
sin obtener respuesta. Incluso, algunas vecinas denunciaron haber sido
descalificadas por diputadas oficialistas que “ni siquiera las escucharon”.
Pese a las protestas, la
mayoría legislativa aprobó la reforma con 18 votos a favor, cero en contra y
una abstención.
Se argumenta que la medida
“fortalecerá la gobernanza territorial y reducirá los costos de acceso al suelo
urbano”, beneficiando —según el texto— a más de 50 mil familias de bajos
recursos, madres solteras y jóvenes.
Sin embargo, las y los
inconformes advierten que la reforma representa un grave retroceso democrático
y una muestra del creciente autoritarismo con que se toman decisiones de
impacto social en Baja California Sur.
“Nos dicen que podemos quedarnos
gritando, pero que igual van a votar. Eso no es representación ciudadana”,
expresó una manifestante.