Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este martes que en su administración “están protegidos” ante una posible “traición” por parte de legisladores de oposición que alistan un rechazo a la reforma eléctrica que envió al Congreso de la Unión.

Durante el evento “100 días del Cuarto Año de Gobierno” celebrado en Palacio Nacional, el Presidente dijo que el pasado 7 de abril la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró constitucional la Ley de la Industria Eléctrica.

Morena y sus partidos aliados -Partido Verde y PT- se unieron para agendar para el próximo domingo el debate de la reforma eléctrica, en el llamado Domingo de Resurrección.

Son tiempos de definición y sin medias tintas, los legisladores tendrán que decidir si se colocan como defensores de los intereses de las empresas particulares nacionales y fundamentalmente extranjeras o si optan, en los hechos, por ser auténticos representantes del pueblo y de la nación.

La mayoría de Morena y sus aliados lograron aprobar en días pasados la reforma eléctrica en Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Energía.

Esta reforma busca cambiar la Constitución, por lo que se necesita una mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, cuando menos, de los legisladores que se encuentran presentes en el salón de plenos.

Lo bueno es que pronto, muy pronto, sabremos quién es quién en tan relevante emplazamiento.

Asimismo, el mandatario adelantó que si en la Cámara de Diputados no se alcanza las dos terceras partes de los votos para aprobar la reforma en materia eléctrica por “el boicot de los legisladores entreguistas, conservadores de derecha, reaccionarios”, enviará el lunes próximo una iniciativa al Congreso de la Unión para modificar la Ley Minera.

El titular del Ejecutivo explicó que esta iniciativa de reforma solo requiere de la aprobación de la mayoría simple de diputados y senadores para establecer que al litio como mineral estratégico en el desarrollo industrial y tecnológico futuro del país.

Me consta, solo podrá, mediante esa reforma, ser explotado por el Estado mexicano y quedará así como propiedad absoluta del pueblo y de la nación.