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Hoy es jueves, 25 de abril de 2024

Barrio de San Ángel en defensa de la tradición

• Los colonos de este lugar celebran, por décimo año consecutivo, la colocación de altares de muertos en lugares emblemáticos, como museos, centros culturales y plazas; por covid-19, habrá también actividades virtuales

Barrio de San Ángel en defensa de la tradición

CIUDAD DE MÉXICO.

Cien ofrendas en una década. En San Ángel, la tradición del Día de Muertos se ha convertido en una iniciativa comunitaria, en la que año con año se involucran directores de museos, promotores de centros culturales, galeristas, administradores de plazas comerciales, algunos restaurantes y los vecinos; éstos han sido pieza clave para reposicionar a este barrio como una zona de monumentos históricos y patrimonio tangible e intangible de la Ciudad de México, como ha sido declarada.

Celebramos diez años de este importante esfuerzo, un trabajo participativo, para consolidar una de las tradiciones más arraigadas en la cultura mexicana, a partir de un programa de actividades artísticas y de formación que cada vez es más rico e imaginativo”, afirma Fátima Cabañas.

La integrante de la Unión de Colonos de San Ángel, San Ángel Inn y Tlacopac comenta en entrevista que en 2010 decidieron participar de una manera más activa, apoyando en la difusión y en conseguir apoyos en especie, porque “sentíamos que está tradición se estaba olvidando y hoy las ofrendas de muertos son muy visitadas”.

Explica que “el proyecto pasó de ser una exposición de ofrendas a un verdadero festival, donde se llevan a cabo talleres, conciertos, charlas, presentaciones de libros, recorridos por los cinco museos ubicados en el área y ceremonias tradicionales”.

La comunicóloga agrega que, a pesar de lo atípico de este 2020, debido a la pandemia, no quisieron dejar de festejar esta tradición y sus primeros diez años de labor comunitaria, por lo que se han organizado en siete recintos tanto ofrendas presenciales, “que se llevarán a cabo con estrictas medidas sanitarias”, como virtuales, entre otras actividades.

Señala que comenzaron a colaborar con los museos con el Altar de Dolores de Semana Santa. “Después vinieron las ofrendas, que han sido muy bien recibidas. Cada espacio monta el altar conservando su propia vocación, ya sea de estilo tradicional, conceptual, con grupos indígenas o con arte virreinal”.

Ahora, detalla, participan los museos Casa del Risco del Centro Cultural Isidro Fabela, el de El Carmen, el Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, el de Arte Carrillo Gil y el Soumaya de Plaza Loreto, así como el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) y el Centro Comercial y Cultural Plaza Loreto.

Muchos no pudieron unirse este año, como El Cardenal y la Galería Toca Madera, pero sabemos que apoyan que San Ángel sea un lugar único que conserve sus tradiciones”, indica.

Cabañas aclara que las ofrendas de muertos de los museos están dedicadas a artistas o personajes importantes. “Así, el público conoce su vida y obra de una forma más cálida y emotiva”.

LAS OFRENDAS

Entre la oferta presencial destaca el Museo de El Carmen, que presenta la exposición Xólotl, compañero del más allá y una ofrenda en honor del artista plástico Manuel Felguérez (1928-2020), quien murió en junio pasado víctima del covid-19, y del personal de salud que falleció trabajando. Se exhiben también algunas esculturas de Felguérez.

En el Museo Casa del Risco, la fuente del patio sirve de base para la ofrenda que rinde homenaje al fundador del recinto: don Isidro Fabela (1882-1964). En las salas interiores, después de la muestra La magnolia iracunda, se ubica la ofrenda dedicada a Aurora Reyes (1908-1985), la primera muralista mexicana.

El dibujante, pintor y escultor Juan Soriano (1920-2006) inspira la ofrenda del Museo Soumaya de Plaza Loreto. Y la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo dedica su altar al arquitecto Juan O’Gorman (1905-1982), en el marco del 115 aniversario de su nacimiento.

Y, como parte de las actividades virtuales, el INEHRM ofrece Irse para volver: Día de Muertos, un video que recorre los vínculos religioso y pagano, festivo y doloroso, cultural y místico, entre los mexicanos y la muerte.

El Carrillo Gil ha abierto un micrositio para que los colaboradores del museo compartan imágenes y textos dedicados a sus compañeros y familiares muertos por el covid-19; además de cápsulas históricas de las ofrendas emblemáticas.

Y la Unión de Colonos, fundada en 1993, organizó una muestra retrospectiva con imágenes de las 100 ofrendas de la última década y suben un video diario.

La idea es difundir esta tradición para que la gente se sienta orgullosa de su identidad”, asegura Fátima Cabañas. “Esta labor cultural es una forma de defender nuestro patrimonio y luchar contra la voracidad de autoridades y desarrolladores que amenazan con alterarlo”, concluye.

 

...Y EN COYOACÁN

La mesa restaurada: Memoria y reencuentro, realizada en colaboración con el artista francés Jean Paul Gaultier (1952), el enfant terrible de la moda, y Mis juderos son las ofrendas de muertos que exhiben la Casa Azul Museo Frida Kahlo y el Museo Diego Rivera Anahuacalli, respectivamente.

El altar de la Casa Azul es una instalación en la que dialogan “la mirada amorosa” de Gaultier hacia México y su admiración por la pintora Frida Kahlo y el virtuosismo de los artistas tradicionales de Guanajuato. Todo, en torno a la obra La mesa herida, que Kahlo pintó en 1940.

Además, apunta un comunicado, en el recinto se exponen dos piezas de alta costura de Gaultier: El corset negro y el Vestido morado con corbata; estas obras son parte de la colección que el diseñador le dedicó a Kahlo en 1998.

Mis juderos es un tributo a los artistas mexicanos de la cartonería, cuyo trabajo Diego y Frida apreciaron, coleccionaron y admiraron. Una creación original de Karla Niño de Rivera, está montada en el espacio del Anahuacalli que representa al Inframundo, recordando a los artistas Carmen Caballero y Pedro Linares.

Esta ofrenda, con papel picado de Casa de la Cruz en Veracruz, honra a los seres queridos fallecidos, así como a personas anónimas, inmigrantes y a los afectados por la actual pandemia.