Ciudad de México

No cabe duda que el destino tenía algo muy grande preparado para Andrés Guardado, futbolista mexicano que hoy milita en el Betis y que recientemente cumplió 15 años de carrera profesional desde su debut en 2005 con los rojinegros del Atlas, un hecho que, por muy poco, estuvo cerca de no concretarse debido a un pacto que el mediocampista realizó con su madre.

En una plática con Javier Alarcón, Andrés no dudó en catalogarse como un mal estudiante, y aunque su padre siempre lo apoyó en su sueño por ser futbolista, su madre estaba empañada en que no dejara la escuela.

 “Era buenísimo para socializar pero era malísimo para la escuela, la verdad. Era muy flojo para hacer tareas, trabajos. Después en clase, la verdad que todo se me pegaba, he tenido facilidad para siempre aprender las cosas rápido”.

Fue así que cuando Andrés Guardado terminó la secundaria y ya como parte de las fuerzas básicas del Atlas, debió pagarse con su propio sueldo la preparatoria, misma que dejó inconclusa pues solo estudió el segundo semestre.

“Mi mamá me decía, ‘oye, no te quiero aquí de huevón’ cuando terminé la secundaria, ‘tienes que seguir estudiando’, tuve que pagarme yo la prepa”, dijo el capitán de la selección mexicana.

¿CÓMO FUE EL PACTO CON SU MADRE PARA PODER JUGAR FUTBOL?

 Sin dejar de tener en mente que su objetivo principal era debutar y forjar una carrera en el futbol, pero respetuoso de los deseos de su mamá, Andrés se vio en la obligación de prometerle que, si no jugaba su primer partido en primera división a los 18 años, dejaría la disciplina para regresar a las aulas.

“’Mamá, vamos a hacer un trato. Si a los 18 años no debuto, te prometo que me salgo y me pongo a estudiar ya bien y hago todo, pero por favor déjame estos dos años darle al futbol, darle al cien y estoy seguro que voy a conseguirlo’. Así fue como que mi mamá cedió a que yo dejara un poco la escuela”, compartió Guardado.

El jugador de Betis recordó que estuvo muy cerca de cumplir la promesa que le había hecho a su madre y retirarse del futbol sin siquiera haber tenido la oportunidad de debutar, puesto que el 28 de septiembre celebraba su cumpleaños número 19 y Daniel Guzmán lo mandó a la cancha por primera vez justo 39 días antes, un 20 de agosto.

“Gracias a Dios debuté un 20 de agosto del 2005 y yo cumplía en septiembre los 19 años, entonces fue así de ‘cabrón’, por un mes cumples 19 y te sales del futbol y no debutas a los 18, ya no tuve muchos problemas (para seguir jugando), la verdad”, finalizó.