Se hacen llamar las OMS, Organización de Madres Solteras. Aunque no se han constituido legalmente en una asociación, trabajan juntas desde hace una década. Cinco escultoras, Maya Bucio, Azucena Castro, Alinka Lobsag y Edysa y Mara Ponzanelli, decidieron formar un equipo creativo, “ser una misma”.

Este es el colectivo que dio vida a las estatuas de Leona Vicario (1789-1842), prócer de la Independencia mexicana, y de las Forjadoras Anónimas de la Patria; dos de las 14 piezas que integrarán el Paseo de las Heroínas, que fue inaugurado el pasado 21 de agosto en Avenida Reforma, con la develación de la obra de Vicario, y continuará a mediados de septiembre, cuando se instale el segundo bronce.

Algunas con estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda o en la Academia de San Carlos, que no lograron terminar por ser madres solteras; pero todas con varios años de experiencia trabajando los diversos procesos en talleres de escultura, las cinco mujeres se convirtieron de manera autodidacta en artistas.

Pasamos de ser, en los talleres, de la chalana y la que va por las tortas, a crear una obra propia. Aceptamos trabajos a destajo, como un albañil, por los que te pagaban poco, pero nos permitía seguir cuidando a nuestros hijos. La mayoría de los proyectos escultóricos públicos son atribuidos a hombres. A mí me han quitado piezas, porque me negué a salir con el funcionario en turno. Batallamos mucho como artistas freelance. Pero ahora estamos demostrando que podemos hacer bien las cosas”, comenta Edysa Ponzanelli.

En entrevista con Excélsior, quien ha sido designada como vocera del grupo explica que tienen en su haber unas cien esculturas, realizadas sobre todo en el interior del país. “Este es el primer trabajo que hacemos en la ciudad. Estamos orgullosas, porque confeccionamos las dos piezas en mes y medio, un tiempo récord, impensable. Nos repartimos el trabajo, unas hicieron las manos, otras los pies, otras se encargaron de los volúmenes. Usamos el doble de hornos y de recursos. Juntas y coordinadas enfrentamos este reto”, detalla.

La promotora adelanta que ya tienen listas las maquetas de Sor Juana Inés de la Cruz, Margarita Maza de Juárez y de Agustina Ramírez Heredia y que esperan les sea adjudicado el contrato para esculpir todas las próceres. “Nos dijeron que siguiéramos trabajando, pero falta definir varias cosas. Queremos agradecer a estas autoridades con ideas progresistas que nos han dado la libertad de expresarnos”.

Además de las cinco ya mencionadas, el Paseo incluirá a las heroínas Josefa Ortiz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra, Dolores Jiménez y Muro, Matilde Montoya, Carmen Serdán, Juana Belén Gutiérrez, Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo y Sara Pérez de Madero.

La viuda de Valerio Ponzanelli, de quien aprendió el oficio y se convirtió en su representante, destaca que, para la elaboración de las piezas, primero se reunieron como equipo “para reflexionar sobre qué queremos decir, qué mensaje queremos dar, porque la escultura es una manera de comunicar. Aportamos ideas, llegamos a acuerdos y contratamos una modelo, hicimos casting con mujeres reales.

Buscamos contar la verdad. Creemos que ellas querrían ser recordadas como eran, por eso hicimos un estudio minucioso de la anatomía artística de cada heroína. Ellas se merecen que nos tomemos ese tiempo para retratarlas como eran en verdad. Creo que lo logramos. Hubo una cosa mágica desde que empezamos a trabajar”, indica.

La artista plástica con 30 años de trayectoria aclara que éstas no son las primeras heroínas que esculpe, que hace años dio vida a la chihuahuense Elisa Griensen (1888-1972), una patriota mexicana que, como civil, se enfrentó al ejército de Estados Unidos en su ciudad natal (Parral) y con ello ayudó a su expulsión de la ciudad.

Dice que están emocionadas porque Guadalupe Lozada, la secretaria de Cultura local interina, les comentó que se espera que el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugure la pieza de las Forjadoras Anónimas de la Patria a mediados de septiembre.

Ponzanelli agrega que las esculturas serán firmadas por todas las artistas que participen en su confección. “Hay creadores que están a la cabeza y no sabes quién está atrás. Es importante que se reconozca el trabajo en equipo”.

Añade que está pendiente evaluar el costo de cada pieza. Al respecto, Lozada comentó, el día de la develación de la estatua de Vicario, que se pensaba que la inversión por cada obra sería de 750 mil pesos.

E invitó a los mexicanos a responder a la invitación del gobierno capitalino, de donar llaves viejas para fundirlas y elaborar las esculturas.