La Paz, Baja California Sur.- Al bajar de categoría de “naranja 5, crítico” a “naranja 4 muy alto” el semáforo de riesgos sanitarios del Consejo Estatal de Seguridad en Salud se plantea permitir la reanudación de actividades religiosas y de culto. Al respecto la Diócesis de La Paz, máxima autoridad de la fe católica en el estado, llamó a los sacerdotes de su Iglesia a respetar los protocolos de aforo permitido “so pena de suspensión por las autoridades sanitarias”. 

El vocero de la Diócesis de La Paz, el padre Juan Gómez Esqueda confirmó a Diario El Independiente que el Obispo Miguel Ángel Alba días, llamará a sus autoridades pastorales para discutir los lineamientos y disposiciones que ofrece el Consejo Estatal de Seguridad en Salud para evaluar los procesos para reanudar las actividades de devoción en los templos del estado. 

“Vamos a exigir a todos los templos, parroquias o capillas, para revisar la preparación y que se tengan todos los elementos necesarios y se cumplan absolutamente todos los requisitos, so pena de que COEPRIS (Comisión Estatal para la prevención de Riesgos Sanitarios) llegará y ve que se incumplen están en todo derecho de clausurar”, expresó al afirmar que la fe católica en el estado se atiene a todos los procesos que indican las autoridades gubernamentales en materia de riesgos sanitarios. 

“El próximo lunes ya estaría permitido, estamos contemplando que sea hasta el domingo siguiente, es decir el 6 de septiembre para que los padres tengan todo preparado y lo puedan hacer correctamente para no arriesgar a la gente” dijo a este matutino. 

El padre Juan Gómez aseguró que para celebrar las ceremonias religiosas se permitirá con un aforo máximo de 30 por ciento en cada templo. 

Se han redistribuido las bancas, se contará con señalética clara y visible, se sanitizará el templo previo a su ocupación y se llevará a cabo toma de temperatura corporal en los accesos, así como lavado de manos y desinfección de pies para poder entrar a realizar las actividades de devoción. 

Aspectos de contacto como la unción de agua bendita, el saludo de paz, la imposición de manos y la propia eucaristía se realizarán evitando en todo momento el contacto físico. 

La hostia se dará en la mano y el sacerdote pasará a cada asiento a entregar la oblea consagrado. 

El sacerdote llamó a las personas a tener consideración con la feligresía, por ejemplo, para no hacer llegar a personas que son adultos mayores o de algún grupo de riesgo a buscar el templo cuando las ceremonias regulares se reanuden. 

“Es muy difícil rechazar a una persona anciana que llegue al templo, todos tenemos que ayudar diciendo a los abuelos que diciéndoles que no pueden asistir, vamos a seguir con celebraciones en línea, de tal manera que quienes no pueden asistir puedan ver la misa desde su casa y se les puede hacer llegar la eucaristía a quienes lo deseen”, pidió.