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Hoy es viernes, 26 de abril de 2024

UABCS sin mujeres realiza actos para hablar de “ser hombre”

“Mis privilegios me permiten ser violento” expresan en “el muro de las masculinidades”

UABCS sin mujeres realiza actos para hablar de “ser hombre”

La Paz, Baja California Sur.- Con un muro de la masculinidad, algunos estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California Sur exhibieron la forma en que viven sus privilegios por ser hombres como parte de las actividades que les quedaron por hacer el día que se ausentaron tanto de sus maestras como sus compañeras. 


La UABCS fue una de las que mostró una participación más dramática en el Paro Nacional de Mujeres. 


Por las oficinas vacías y los pasillos solo transitados por hombres se podían apreciar grupos de compañeros haciendo tiempo para regresar a sus casas. Muy pocos asistieron a clase y prácticamente ninguna alumna o profesora lo hizo. 


En los salones de humanidades se llevó a cabo una actividad denominada “¿por qué no hay hombres en la escuela?” conducida por algunos de los profesores que acudieron a pasar lista y un puñado de estudiantes de las carreras de humanidades. 


En el edificio de ciencias políticas apareció un “muro de la masculinidad” que parecía emular al “perchero del acoso” que tuvo lugar la semana pasada en el marco de las expresiones que realizaron las mujeres entorno al clima de violencia que viven en la institución. 


El ejercicio era distinto, bajo el título de la dinámica estaban instrucciones que planteaban que “se eliminarán chistes o comentarios sexys u homofóbicos”. 


Bajo tres títulos los hombres escribieron y pegaron las razones de su forma de ser. 


El primero se titulaba “reconozco que mi masculinidad agrede cuando” y bajo de este, los estudiantes expusieron las formas en que ser hombre agrede. Contestaron con frases como “cuando les digo que están en sus días a mis compañeras”; “cuando les digo ‘putas’ a mis amigas por gozar de su sexualidad”; “cuando comparto memes misóginos o pornografía”; “miro con morbo a las mujeres” entre otras. 


Otra parte del muro invitaba a exponer que “mi masculinidad tóxica no permite”. Los universitarios colocaron expresiones como “pensar de manera crítica”, también dijeron que no su masculinidad no les permita “mostrar sus sentimientos” o “llorar”, “respetar los derechos humanos” o “mostrar afecto” e inclusive que “no les permite decir que otros hombres son guapos”. 


Finalmente, el muro de la masculinidad pedía a los hombres que asistieron a clases expresar cuáles eran sus privilegios. Las respuestas versaban entorno temas como la libertad para hacer lo que quisieran sin ser criticados, tener menos probabilidad de sufrir violencia doméstica que ellos, así como más posibilidad de ostentar poder político que ellos, usar la violencia: “Si cojo mucho soy muy chingón, no una ‘puta’ como les decimos a ellas” sentenciaba otro. 

Supimos que íbamos a ser muy pocos en el salón, así que decidimos hablar de cómo nuestras masculinidades afectan a las relaciones entre nuestros compañeros. 


Adrián Trasviña, estudiante de la carrera de ciencias políticas dijo que se le ocurrió poner este muro pensando que la lucha de las chicas es que no se va a caer, lo van a tirar. “No pensé que iba a tener la participación que tuvo, fue una oportunidad para expresar emociones y visibilizar como nuestra identidad de género resulta tóxica hacia las mujeres y hacia nosotros mismos” dijo. 


“Mis privilegios como hombre son que: cuando decido pegar mis etéreos de lenguaje inclusivo en mis baños, pero no atiendo las denuncias de acoso sexual en la universidad” se podía leer en un texto de la dinámica. Las actividades de la universidad se realizaron con relativa lentitud, si bien en la iniciativa privada las cosas seguían como si nada, en la máxima casa de estudios se vivió un clima de abandono, evidente en todas sus formas de actividad.