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Hoy es jueves, 25 de abril de 2024

Dulcerías de La Paz avanzan con la desplastificación

Los empresarios de los tradicionales negocios han comenzado a vender y usar plásticos biodegradables para ofrecer a sus clientes

Dulcerías de La Paz avanzan con la desplastificación

La Paz, Baja California Sur.- Con la entrada en vigor de la Ley de Desplastificación, los negocios de la ciudad de La Paz han tenido que evolucionar para acondicionarse y respetar los marcos jurídicos y así evitar sanciones. 


En el caso de las tradicionales dulcerías del Centro de la ciudad Capital, los plásticos biodegradables han sido una opción para continuar ofreciendo sus productos, sin embargo, estos han encarecido “un poco” la oferta al público. 


José Rafael Limón, de la Dulcería La Coneja, menciona que las bolsas biodegradables llegan a costar hasta un 15% más. Este costo adicional se incrementa a los productos que se ofrecen a los clientes. 


Dulcerías de La Paz avanzan con la desplastificación


Aunque llegan a costas hasta 4 pesos más, el empresario asegura que los clientes que llegan a su negocia han aceptado y entendido el cambio por la Ley de Desplastificación. 


“Es una maravilla, lo que no se vale es el hecho de que nos echen la culpa a nosotros de todo. Los que hicieron todo esto son los ricos de muy arriba”, dijo Rafael Limón a Diario El Independiente. 


El comerciante aseguró que la Ley es necesaria y que debe de continuar para beneficio de la entidad, sin embargo, recalcó que es importante que se esparza más información con respecto a la desplastificación. 


“Yo quisiera que hubiera más información, una información más clara. Yo lamentablemente no la tengo, la idea es obviamente contaminar menos. Ya están los productos, lo que pasa es que es más caro”, afirmó. 


“Es patético que las grandes empresas, los grandes negocios inmediatamente obedecieron y dejaron de dar bolsas. Hipócritas, lo hicieron por bajar costos. Ya no dan bolsas, pero te venden una. Eso no es ser solidario”, mencionó Rafael Limón a este matutino. 


Sobre la misma calle puedes encontrar a María Teresa Castro, quien atiende en la dulcería La Ranita. La empresaria asegura que en su experiencia, los clientes sí se han mostrado un poco renuentes al cambio por la nueva ley. 


“Muchos reniegan porque no les damos bolsas de las grandes, no quieren cargar con las cosas en la mano. Pero también ya hay clientes que llevan sus recipientes”, compartió Teresa Castro. 


“Si hay gente que reniega y dice que son negocios de los políticos y los empresarios, pero a nosotros nos queda acatar las leyes. Aquí poco a poco hemos ido ingresando lo biodegradable”, agregó. 


La comerciante explicó que hay productos biodegradables que son más caros que otros, van desde uno a 3 pesos. 


Al igual que sus compañeros que atienden y ofrecen sus productos en el Centro, considera que la desplastificación es necesaria, por lo que espera que la ciudadanía vaya comprendiendo el tema conforme avance el tiempo.