MICHOACÁN

En vida, a Natividad Crisóstomo Quinto le negaron la entrada a los Estados Unidos, ahora, a un mes de su muerte las autoridades norteamericanas ponen trabas a la repatriación de su cadáver.

La historia trágica de esta joven madre de familia, quien murió ahogada en el Río Grande el 26 de junio pasado, se significa por una injusticia más, porque su cuerpo está retenido en un condado de Texas.

Hoy, se esperaba el regreso de sus restos mortales a su natal Arantepacua, donde su padre, madre y hermanos, le esperan para darle sepultura. Sin embargo, faltan algunos trámites administrativos, de acuerdo con José Luis Gutiérrez, secretario del Migrante Michoacano.

Explicó que s e trata de una falta de entendimiento de los procedimientos de repatriación de un cadáver, aseguró que se han coordinado de forma estrecha con la Cancillería, específicamente con el Consulado General de México en El Paso, y calificó el proceso como complicado debido a que el cuerpo se encuentra en territorio estadounidense y que se trata de un trámite burocrático.

Ya pasaron cuatro semanas y Natividad, quien murió a los 19 años de edad y dejó huérfana a una bebé, no regresa a territorio mexicano por protocolos migratorios.

“En Estados Unidos no es como aquí que te mueres y te llevan a la casa funeral ya te están incinerando o te están entregando incluso si quiere hasta una forma tradicional diferente de lidiar cuando una persona fallece ese creo ha sido más el conflicto, allá no, hay todo un protocolo que tenemos que seguir”, expresó José Luis Gutiérrez.

En Arantepacua, comunidad indígena Purhépecha, seres queridos y amigos de Natividad Crisóstomo Quinto, esperan impacientes el regreso de la joven migrante.