La Paz, Baja California Sur.- La manifestación de trabajadores del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C-4) dio a conocer las precarias situaciones en las que se opera el punto de distribución de emergencias en la ciudad de La Paz y en Los Cabos.

Los empleados inconformes no sólo revelaron las condiciones laborales precarias en las que se encuentran, como el hecho de que hace 15 años no se les ha subido el sueldo, sino que también hay situaciones negligentes que perjudican el servicio de atención a las emergencias ciudadanas.

Juan Felipe Gómez Cordero, empleado del C-4, denunció en medio de la protesta que en el municipio de Los Cabos el “cinturón está mucho más apretado” que en La Paz. En la ciudad capital cuentan con 3 operadores por turno, mientras que en el sur del estado sólo hay uno.

Gómez Cordero recalcó que ese único operador que hay por turno en Los Cabos tiene que vigilar 115 cámaras en las ciudades, misión que prácticamente es imposible por lo que se descuidan las emergencias que pueden estar ocurriendo en tiempo real. 

El empleado que tiene 17 años laborando denunció qué hay represalias por dar a conocer a los ciudadanos estos hechos que también atentan contra la sociedad y sus necesidades. 

Gómez Cordero informó que los directivos del C-4 han mentido y engañado a las autoridades como el gobernador del estado, Carlos Mendoza Davis, y el secretario de seguridad pública, Germán Wong López, ya que cuando asisten a inspecciones rellenan los espacios vacíos en el 9-1-1 para que no se note la ausencia de personal que falta por contratar.

Por último, el empleado mencionó que aunque la situación está “muy crítica” en Los Cabos, las 115 cámaras de vigilancia funcionan a la perfección.